Las gestiones se definen por su presupuesto, en qué se gasta y en qué no. La pregunta que debemos hacernos es cómo decidir de la manera más inteligente. Si bien tenemos en claro que no estamos en presencia de una simple ecuación matemática ni de una empresa privada con lineamientos claros de maximizar ganancia, aún así es posible que los datos nos orienten a realizar mejor política

Dado que los gobiernos cuentan con menos presupuesto de lo que necesitan o de lo que desearían, el uso eficiente de los recursos públicos es de vital importancia. En este sentido, es imprescindible contar con información relativa a las calles o rutas que son las más transitadas, el estado estructural de los edificios públicos, etc., y conocer también cuáles son los principales reclamos de la ciudadanía. Esto permitirá identificar rápidamente  las prioridades de gestión y elegir las obras de mayor impacto para la mejora de la calidad de vida en la ciudad.

En este punto es importante conjugar dos instancias, por un lado las conclusiones que deriven del diagnóstico técnico del estado de situación de las distintas áreas que componen una ciudad y por otro lado las demandas de los ciudadanos.

Con estos dos informes,  se pone en juego la mirada política de la gestión que es la que define las prioridades y ejes de su administración. Pero esa decisión política no se basará en percepciones personales sino en los datos obtenidos, los cuales servirán tanto para fundamentar las decisiones como para  rendir cuentas a los vecinos del por qué se ha definido el presupuesto de determinada manera.

Todo funcionario desea tener el mayor impacto en la calidad de vida de su ciudad, aunque en muchas ocasiones se encuentre no sólo con limitaciones presupuestarias, que son difíciles de mejorar, sino también con limitaciones en la información, que sí son factibles de mejorar.

Suele suceder que se prioricen obras que al entender de la ciudadanía no revisten interés alguno por desconocer su trascendencia o el estado en el que se encuentran. Por ello es importante mantener informada a la comunidad del porqué de su importancia mediante evidencia documentada. En muchas ocasiones los gobiernos redactan sus presupuestos, los debaten, lo aprueban y ejecutan dentro de los Ayuntamientos tomándolos como parte de la administración que queda puertas adentro por ser un aspecto técnico y poco atractivo a los vecinos, dejando a la gente como mera espectadora de algo que le repercute directamente en su cotidianeidad. Por eso se remarca la importancia de publicar las argumentaciones técnicas y políticas sobre las decisiones tomadas, no buscando la unanimidad de aprobación pero sí la total comprensión y transparencia de por qué se toman determinadas decisiones de gobierno y demostrar que existen datos que fundamentan las diferentes alternativas elegidas.

Es encontrar el equilibrio entre las necesidades de la ciudad y los deseos de sus ciudadanos que pueden coincidir o no, es tarea de sus políticos en todo caso armonizar las diferencias.