La pregunta que debemos hacernos es: ¿Qué es lo que no sabemos sobre la despoblación?
Actualmente disponemos de una amplia variedad de estudios de campo, análisis y datos estadísticos referidos a la despoblación, que permiten abarcar el fenómeno desde distintas perspectivas. Sin embargo, siempre que se estudie un proceso multifactorial además de analizar lo que está sobre la mesa, debemos preguntarnos qué elementos podemos estar ignorando y abrir la posibilidad de explorar otras aristas.
Este artículo busca sembrar esa duda y plantear la posibilidad de que en el tema de la despoblación exista un elefante en la sala al cual nadie esté viendo.
Hay un dato que es muy alentador y a la vez muy preocupante: en la actualidad existen más personas trabajando a distancia y con la posibilidad de vivir en cualquier lugar que nunca antes en la historia de la humanidad. Esto sin duda es una gran oportunidad para quienes pensamos en cómo revertir la despoblación, al mismo tiempo que un gran enigma: ¿por qué no están migrando hacia los pueblos?
Cuando se evalúa el estado de situación del mercado laboral, los datos disponibles son muy contundentes. Según la última encuesta de UpWork, realizada en Estados Unidos (país que también experimenta despoblación rural) el 36% de los trabajadores son trabajadores remotos (lo que equivales a 59 millones de personas).
Trabajadores Norteamericanos remotos
Más interesante aún es que este porcentaje es resultado de una tendencia creciente, y que al segmentar por rango etario se observa una clara prominencia en la juventud, lo que hace pensar que esta tendencia mantendrá su alza en el tiempo.
Trabajadores Norteamericanos remotos por rango etario
Hay un dato que resulta muy interesante para quienes estudiamos la despoblación y es que de este universo de trabajadores el 21% manifiesta que estaría dispuesto a trasladarse a zonas rurales.
Trabajadores dispuestos a mudarse por tipo de ciudad
Lo que nos lleva a una pregunta elemental: ¿Por qué no lo hacen?
Y es ante esta pregunta que nos quedamos sin datos. La realidad es que no lo sabemos. Sabemos que la cantidad de trabajadores remotos crece ininterrumpidamente, sabemos que buena parte de ellos están dispuestos incluso a migrar hacia zonas rurales, pero desconocemos el motivo por el cual no lo hacen.
Por otro lado, sí se conocen algunos de los motivos por los cuales los habitantes que residen en los pueblos deciden marcharse. Esto pone en evidencia la falta de un enfoque integral, en el que se incluya como uno de los ejes de análisis al sector de la sociedad integrado por jóvenes cuya situación laboral les permite migrar hacia los pueblos.
A menudo, cuando se analiza el enfoque que se le da a las políticas sobre despoblación da la impresión que son una epopeya donde se intenta continuamente remar contra la corriente, lo que hace que siempre sea dificultoso y desgastante. Aquí podemos tomar como ejemplo el Aikidō, que es un arte marcial japonés que se nutre de la fuerza de su oponente y la convierte en su propia fuerza. No se lucha contra el otro, en este caso la realidad, sino que se usa la realidad existente a favor de uno. Haciendo una simple analogía, el foco no debería estar en la lucha contra la despoblación, sino en usar la potencialidad de los trabajadores remotos que tienen el deseo de habitar los pueblos para que así lo consigan, y de esa forma ganar la batalla.
En toda investigación hay que asegurarse de agotar toda hipótesis posible, en este caso es evidente que existe un vacío de información, y que solamente cuando dispongamos de más datos sabremos si se abre una ventana de oportunidad para revertir la despoblación o no.
Lo que sí sabemos es que los trabajadores remotos son una realidad más amplia de lo que se suele pensar. En la economía más grande del mundo, los Estados Unidos, ya representan el 5% del PIB, superando a la construcción y nada indica que su crecimiento no siga escalando.
Lo que este artículo busca plantear es que existe un campo a investigar. Sería muy interesante poder realizar estudios sobre este segmento específico de la sociedad conformada por jóvenes trabajadores remotos que tienen intención de habitar zonas rurales. Entender qué los motiva a anhelar esos lugares y qué los frena a tomar la iniciativa. Indagar profundamente puede resultar provechoso para ampliar el umbral de conocimiento que se tiene sobre las múltiples causas de la despoblación.
Así como la despoblación es un fenómeno global que afecta a países tan disímiles como Japón, Estados unidos o España, la digitalización del trabajo también es un fenómeno global. Por ello investigar, recolectar datos y analizarlos puede acercarnos al objetivo de que esas dos tendencias opuestas se crucen y encontremos a una problemática global una solución global.