La inseguridad es la mayor preocupación de los mercedinos, seguida por el sistema de salud, el tránsito, los cortes de energía y la baja presión del agua.

Según una encuesta realizada en el mes de septiembre en la ciudad de Mercedes, Provincia de Buenos Aires, Argentina, la mayor preocupación de la población es la inseguridad.

En el estudio realizado, se tuvo en cuenta a la población mayor de 16 años, quienes mediante una encuesta telefónica manifestaron sus preocupaciones sobre las problemáticas propias de la localidad. El resultado mostró que de las diferentes problemáticas que enfrenta Mercedes, la que más preocupación genera es la inseguridad con un 41%, a ésta le sigue el servicio de salud con el cual cuenta la ciudad con un porcentaje del 29% sobre el total de respuestas. Muy por debajo de estas dos temáticas que se llevan el 70% de respuestas, se ubica el tránsito con un 8,5%. En cuarto lugar aparecen los cortes de energía con un 8%, seguidos por un 6% de preocupados por la baja presión del agua. Quedando un 7,5% que no se encuadra en ninguna de las problemáticas mencionadas.

Lo que busca reflejar este estudio, son las problemáticas que son propias de la ciudad, separándolas de las preocupaciones que pertenecen a otros niveles de gobierno. Lo que deja evidenciado la encuesta es la gran preocupación que existe por la inseguridad en la ciudad, este nivel de preocupación va en consonancia con los valores que existen a nivel nacional. A partir del segundo lugar ya se reflejan las problemáticas estrictamente locales que se diferencian de las que existen a nivel nacional, marcando cuáles son los temas del ámbito local  como: el servicio de salud, el tránsito, el servicio de energía y de agua.

Lo que queda claro es que la preocupación por la inseguridad dejó de ser algo propio de las grandes ciudades. El reclamo de mayor seguridad es una demanda que se encuentra latente en toda la sociedad, aunque sólo se haga claramente visible cuando sucede un hecho de gran repercusión, como fue hace poco en la localidad de Cañuelas, donde el asesinato de dos hermanos provocó una reacción masiva del pueblo. Por eso es importante que quienes gobiernan la ciudad, no esperen a que suceda un hecho que sea la gota que rebalse al vaso, sino que actúen para que el vaso no se llene.

Lamentablemente, no existen registros anteriores con los cuales comparar los datos obtenidos en este estudio. Esta es una falencia que hoy presenta gran cantidad de municipios, que no llevan un seguimiento de la evolución de las preocupaciones, intereses, necesidades, etc, de la población. Este tipo de índices, es una herramienta básica para quienes gestionan, dado que les permite saber qué es lo que más le preocupa a la gente, para así actuar en consecuencia. En los niveles de gobierno nacional y provincial, este tipo de estudio es habitual y se mantiene en el tiempo para poder observar las modificaciones en el sentir de los ciudadanos. Esto hace posible que quienes gobiernan sepan cuales son los aspectos más urgentes que deben ser tratados. A su vez con el seguimiento en el tiempo pueden comprobar si las políticas implementadas han dado resultado o no. El problema de gran parte de los gobiernos municipales es que ignora esta herramienta y sus beneficios.

En la actualidad, quienes dirigen las gestiones públicas municipales, no cuentan con datos objetivos provenientes de las demandas y expectativas de los ciudadanos, por lo que enfocan la tarea hacia las áreas que los funcionarios creen son más relevantes. Es decir los proyectos se basan en observaciones subjetivas de la realidad, no sólo del máximo dirigente municipal, sino de sus asesores y cercanos. El resultado de esta situación es que muchas veces las prioridades del mandatario no son las mismas que la de los vecinos, y en caso de que éstas coincidan es gracias a la suerte, puesto que no tienen datos objetivos sobre los cuales tomar sus decisiones de trabajo.

Entonces, por un lado cuando se planifican  las prioridades y ejes de la gestión, se desconoce cuáles son las preocupaciones en la ciudad. Además,  no puede saberse a ciencia cierta  los resultados de las medidas adoptadas. Por lo que tampoco puede realizarse un análisis objetivo de la gestión.

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